LA ENTREVISTA: FLORENCIO CHACARTEGUI, DIRECTOR GENERAL DE HIDRAL

Rocío Fernández Jiménez,

LA ENTREVISTA: FLORENCIO CHACARTEGUI, DIRECTOR GENERAL DE HIDRAL


«Esperamos que los niveles de producción y servicio en el 2021 vuelvan a los números de 2019 o incluso los superen»


La industria de sistemas de elevación pertenece a un sector que toma altura en Andalucía. A él están vinculadas unas 120 empresas, que ofrecen en torno 3.700 puestos de trabajo directos y generan una facturación que ronda los 550 millones de euros.

Dentro de este amplio abanico de empresas, destacan nombres propios como el de Hidral, compañía especializada en la fabricación de ascensores y elevadores para el suministro al profesional del ascensor.

Actualmente el 70% del volumen total de producción de Hidral va destinado a mercados internacionales, ya que los productos que fabrican están presentes en más de 50 países.

Inmersos en un ambicioso proyecto de internacionalización, en Hidral cuentan actualmente con más de 20.000 m² repartidos en dos fábricas en Sevilla y otras instalaciones en Brasil, USA, Rusia, Francia, Oriente Medio y Reino Unido.

Con el objetivo de conocer cómo están afrontando desde la compañía la situación de crisis global sobrevenida a raíz de la pandemia de la COVID-19 y analizar el papel que, desde su punto de vista, va a jugar el sector elevación en la recuperación económica, desde FEDEME entrevistamos a su director general, Florencio Chacartegui Gómez.

 

FEDEME: ¿Cómo habéis afrontado desde Hidral el “tsunami” del coronavirus? ¿En qué situación se encuentra actualmente la empresa? ¿La crisis de la COVID-19 os ha obligado a reinventaros en algún campo?

F.C.: Por suerte, en cuanto al aspecto sanitario, hemos tenido pocos casos dentro de la compañía y los hemos detectado muy a tiempo, por lo que no han supuesto un gran impacto en nuestro equipo, que ha podido seguir trabajando con normalidad. Para Hidral lo más reseñable es el desempeño y compromiso de nuestro equipo. El comportamiento de nuestra gente ha sido increíble. La dosis de compromiso asumido con nuestros clientes para tratar de ayudarlos en la coyuntura ha sido modélica.

A nivel productivo, nuestro departamento de compras junto con nuestros proveedores estratégicos, realizaron un gran trabajo para adaptarnos rápidamente a las circunstancias, manteniendo en todo momento el suministro y la actividad requerida en la fábrica.

Las consecuencias en el corto plazo supusieron una caída en la demanda, aunque paulatinamente la hemos recuperado gracias a nuestro alto grado de internacionalización, ya que el impacto no ha sido simultáneo en los distintos mercados, del mismo modo que los efectos no han sido los mismos en cada economía.

Realizamos un plan de contingencias, con medidas iniciales de mayor disponibilidad de fondos dada la incertidumbre existente, que captamos a través de los préstamos ICO; rehicimos el presupuesto eliminando gastos previstos que podían aplazarse; desvinculamos a las personas con contratos temporales y acordamos un ERTE con el resto del personal de fábrica para adaptar la capacidad a la demanda. Aunque, no aplazamos la inversión prevista, que era importante, ya que en el plan de desarrollo de la compañía estas circunstancias deberían ser solo un paréntesis. Al final, mantuvimos la aplicación del ERTE solo durante 3 semanas, prácticamente hemos recuperado el empleo perdido, y prevemos cerrar el ejercicio de acuerdo con el nuevo presupuesto establecido. Además, hemos dispuesto de un cuadro de mando específico con distintos indicadores que nos permiten adelantar tendencias en cuanto a ventas, eficiencia y resultados financieros.

En el medio o largo plazo podemos esperar cambios organizativos y en las relaciones laborales. Las relaciones con los clientes podrán ser diferentes, viviremos un nuevo entorno virtual al que poco a poco nos hemos ido adaptando y que ciertamente permitirá una mayor eficiencia. Pero, por otro lado, no es nuestra vocación, creemos que el contacto personal es necesario para el desarrollo de las personas y creemos en el trabajo en equipo, de hecho, no hemos potenciado el teletrabajo, solo en la fase más complicada de los meses de abril y mayo y posteriormente para la conciliación familiar.

Desde el primer momento supimos que teníamos que estar más cerca que nunca de nuestros clientes, ofrecerles todas las posibilidades a nuestro alcance para mantener el estrecho contacto al que les tenemos acostumbrados. Por eso, optamos por tomar la iniciativa para seguir teniendo nuestras habituales reuniones, aunque ahora de forma telemática. Además, lanzamos diversas herramientas como una aplicación de auto cotización on-line, gracias a la que pueden desarrollar sus propias ofertas; un sistema de priorización en la asistencia posventa, gracias al que le dimos prioridad a aquellas solicitudes que venían de sectores de primera necesidad; lanzamos un e-commerce, gracias al que nuestros clientes pueden comprar on-line cualquier tipo de repuesto para nuestros aparatos y nuestro equipo comercial y posventa estuvo trabajando con normalidad gracias a las teleconferencias .

Está claro que el contacto presencial, prioritario hasta la fecha, se puede complementar dejando espacio a nuevas formas de comunicación. Hemos reforzado nuestras campañas on-line, nuestra presencia en entornos digitales y apostamos por nuevos formatos como las vídeo llamadas, en las que podemos compartir información y resolver dudas de nuestros clientes, o canales en los que dar a conocer nuestro producto y ayudar a que nuestros clientes se familiaricen con las nuevas herramientas que les ofrecemos.

FEDEME: ¿Qué papel consideráis que va a jugar el sector elevación en la recuperación económica?

F.C.: Este sector está menos afectado que otros sectores industriales como pueden ser la automoción y el aeronáutico, y tras el parón experimentado en abril y mayo se ha ido recuperando con la actividad de mantenimiento, que prácticamente no se ha parado, y retomándose los proyectos de nuevos elevadores ya contratados una vez que se vuelve a permitir una mayor movilidad para su instalación; el apartado de modernizaciones y sustituciones también se ha ido recuperando aunque las decisiones concernientes a las comunidades de propietarios se han ido retrasando por la no celebración de juntas generales, al menos en España. Además, una parte muy importante de los productos fabricados en España tienen como destino la exportación, siendo junto con Italia y Alemania los tres principales países en Europa en cuanto a la fabricación de elevadores, completos o por partes. Con lo que esperamos que los niveles de producción y servicio en el 2021 vuelvan a los números de 2019 o incluso los superen.

Pertenecemos a un sector potente dentro de la industria, que genera unos 20.000 empleos directos y cuenta con una gran capacidad para suplir carencias actuales en la sociedad. Todavía hay un número muy elevado de edificios de viviendas que necesitan un ascensor para permitir la movilidad de una población cada vez más envejecida, también sigue existiendo un cierto déficit de soluciones de accesibilidad, tanto en casas particulares como para salvar barreras arquitectónicas. Y, con el desarrollo de la venta online, también se han generado una necesidad de espacios logísticos más avanzados con soluciones de elevación que permitan un mayor aprovechamiento del suelo. Por todo esto, somos muy optimistas y esperamos seguir creciendo en el futuro como lo venimos haciendo durante varias décadas.

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